Continuando
con la literatura de conventos, queremos que conozcáis a Sor Juana Inés de la
Cruz, religiosa mexicana que tuvo gran repercusión durante la Edad Moderna,
donde alcanzó gran fama no sólo por sus escritos y poemas, sino también por su
forma de reivindicar la libertad intelectual de la mujer, aunque al final de su
última etapa y bajo las presiones de las altas jerarquías eclesiásticas se vio
obligada a abandonar la escritura, tuvo
que desprenderse de la gran biblioteca
que tenía y de los instrumentos musicales y astronómicos.
Su
obra fue apreciada durante los siglos XVII y XVIII siendo considerada “la
Décima Musa”, su fama fue decayendo y en
el S. XIX fueron muchos los críticos que hicieron comentarios despectivos de su
obra. A partir del S.XX los autores le dieron una gran fama convirtiéndola en
el antecedente de la mujer escritora contemporánea.
De
padre español nacido Guipúzcoa Pedro
Manuel de Asbaje y Vargas, perteneciente a la baja nobleza y su madre también española, Isabel Ramírez
de Santillana de familia de hidalgos y que emigraron a las colonias para buscar
nuevas oportunidades
Juana
Inés nació el 12 de Noviembre de 1648, en San Miguel Nepantla en lo que hoy es
Nuevo México. Ya desde niña mostró más interés
por las letras que por jugar, aprendiendo a leer a muy temprana edad,
supo de la existencia de la universidad
en México y pidió que la cortaran el pelo como un chico para poder acudir a
estudiar ciencias, se empieza a perfilar el carácter de Juana Inés, en una
sociedad en la que el estudio no les estaba permitido a la mujer, pero no solo
sería el interés por el estudio el hecho de que quisiera ser varón para poder
estudiar sino que su infancia, al morir su padre, su abuelo y su madre tuviera
un hijo varón, ella es desplaza del
ambiente familiar a casa de unos familiares en México influye en querer ser ella varón para poder
tener unos derechos que no le habían sido dados.
El
primer poema lo escribió con ocho años de edad y fue publicado por el
investigador Augusto Vallejo de Villa en el Periódico la Jornada México 8 de
agosto de 2001.
En
México, en 1664 entabla amistad con los representantes de la Corona Española,
Antonio Sebastián de Toledo y su mujer Dña. Leonor Carreto, grandes conocedores
de las letras, entre ambas mujeres
surgió una gran amistad, y que Octavio Paz
en su libro “Sor Juana Inés de la Cruz ó las Trampas de la Fé” habla de esta
amistad como de platónica. Juana Inés convivió con los Virreyes hasta los
veinte años. Mujer inteligente, tuvo que decidir entre el matrimonio ó el
convento, no poseía devoción eclesiástica y venía de una familia pobre que no
tenía dote para un matrimonio, por lo cual la decisión que tomó fue la del
convento, no por desengaños amorosos ni por devoción sino que la verdadera finalidad de tal elección fue la libertad de pensamiento, en una época
en la que el conocimiento era destinado a los hombres.
Después
de profesar con las Jerónimas, Juana Inés seguirá manteniendo sus amistades con
los Virreyes y sobre todo con Dña. María Luisa de Lara y Gonzaga que será
inspiración de muchos de los poemas de Sor Juana Inés, recibiendo muchas
críticas y conjeturas ya que esta amistad se convirtió en el eje de la vida de
Juana Inés.
Sor
Juana Inés dejó escrito alrededor de 211 obras escritas profanas y 267 obras
religiosas, lo que quiere decir que se mantuvo al día en las relaciones de amistad fuera del convento.
Juana
Inés decide romper con su confesor por la persecución a la que se ve sometida y
a la censura de sus libros, su confesor Antonio Núñez de Miranda, pertenecía a
la inquisición y era el que revisaba todos los libros, los confesores controlaban
a las religiosas en materia espiritual, Juana Inés no solo se revela contra el
confesor que no la deja escribir y la dice que descuida sus obligaciones
espirituales, sino que es una revelación contra el mismo hombre, que es el que
controla el poder eclesiástico. Juana Inés es considera un peligro por la
influencia que tiene con el poder político y el poder eclesiástico lo ve como
una amenaza.
El
obispo Manuel Fernández de Santa Cruz, publica una crítica que hace Sor Juana
Inés a las tesis del Jesuita Antonio Vieira y que titulará “Carta Atenagórica”,
bajo el seudónimo de Sor Filotea .El
obispo le aconseja que se deje de escribir opiniones mundanas y se dedique a las
obligaciones de la liturgia, en respuesta, Juana Inés contestará con “Respuesta
a Sor Filotea de la Cruz” donde hará una defensa de la educación de la mujer y
su labor intelectual.
Los
últimos años de su vida, marcada por los acontecimientos sociales, el hambre,
las enfermedades y coincidiendo con la publicación de la Carta del Obispo de
Puebla, en la que no la prohíbe que deje de escribir poesía, sino que debe
dedicarse a la obediencia a Dios y a escribir temas religiosos, decide vender
su biblioteca y deshacerse de los instrumentos astronómicos y musicales para
ayudar a los pobres. Sor Juana Inés de la Cruz falleció como consecuencia de la
peste el 17 de abril de 1695.
Mujer,
Escritora y Monja del Barroco, de gran inteligencia que defendió sus ideas
y pensamientos en un mundo de hombres.
Os dejamos el enlace de una película sobre los últimos años de la vida de Sor Juana Inés, por si os apetece verla. El título de la película es "Yo la Peor de Todas"