miércoles, 25 de marzo de 2015



Los conventos fueron grandes forjadores de escritura y la temática religiosa es la base fundamental de las autoras, la poesía era el tema preferido, la prosa , los escritos autobiográficos éstos últimos lo hacían por orden de sus confesores que mandaban contar sus experiencias espirituales.

La escritura dentro del claustro era mejor vista porque tenía un carácter piadoso, dentro de los conventos, la escritura se limitaba a cartas y eran supervisadas por la abadesa, la narración de su propia vida era revisada por su confesor. La vida espiritual dentro del entorno conventual era una tarea femenina si alguna monja se interesaba por temas científicos u otros temas eran censurados.

La escritura de cartas era una de las fuentes fundamentales para el conocimiento de la vida política, social y cultural, y era importante para muchas mujeres, sobre todo monjas que tenían altos cargos, ya que  así podían mantener contacto familiar, social, afectivo y religioso. La lengua  cultural era el castellano y el latín, pero la mayoría de los escritos eran en lengua castellana, ya que el latín era reservado para aquellos que tenían un nivel cultural más alto.

En la Edad Moderna en España  e Hispanoamérica hubo una gran cantidad de textos autobiográficos, memorias, vidas espirituales, diarios, epístolas. El género de Epístolas surge  desde principios del XVI hasta finales SVII, en un primer momento  en torno a Santa Teresa de Jesús, el S. XVII fue un periodo de difusión  y adaptación del modelo teresiano y un periodo de decadencia  hasta que desaparece.


Coincidiendo con el V centenario del nacimiento de Santa Teresa de Jesús, vamos a intentar descubrir y conocer a Teresa como mujer y como escritora. Una mujer que aunque vivió dentro de un convento se relacionó con la sociedad de su tiempo ý no permaneció ajena a los grandes debates de su tiempo.

Teresa de Cepeda y Ahumada, nació el miércoles 28 de marzo de 1515, su padre anotó el día del nacimiento pero no el lugar, se sabe que pudo nacer a 20 km al norte de Ávila, su familia de hidalgos acomodados, era cristiana, lo que se sabe con seguridad es que fue bautizada en la Iglesia de San Juan en Ávila. Sus padres según escribe ella en su “Vida”  eran virtuosos y temerosos de Dios, de su padre dice que amaba las buenas lecturas y se esforzaba por trasmitir esa afición a sus hijos.

Teresa tuvo once hermanos (dos hermanas y nueve hermanos), los hermanos todos fueron soldados excepto su hermano Juan de Ahumada que no se sabe casi nada, se cree que pudiera ingresar en un convento. Las hermanas contrajeron matrimonio.

La infancia y adolescencia de Teresa transcurre con sus hermanos, primos y sus amigos, además de las diversiones propias de la edad, fiestas familiares y locales y era una gran aficionada al juego de ajedrez, que tiempo más tarde en su escrito “El camino de Perfección “   hará una comparación  de los movimientos de ajedrez con la vida espiritual en el reino de los cielos.

Teresa tenía quince años y  no pensaba en ingresar en un convento, al contrario era totalmente hostil, pero también sentía rechazo a la idea de casarse , en la sociedad de la época , la mujer no podía manifestar su personalidad , tenía una posición inferior y estaba subordinada al hombre y solamente podía elegir entre dos soluciones: el matrimonio ó el convento.  Muchas mujeres elegían el convento porque el matrimonio suponía renunciar a una vida personal, el matrimonio significaba vivir encerrada en el domicilio conyugal sin poder salir sin el consentimiento del marido.

El padre de Teresa, Alonso de Cepeda, preocupado por su hija y temeroso de no poder velar por ella, ya que todos sus hijos varones se estaban marchando a América y sus  hermanas ya estaban casadas, decide ingresar a Teresa en las Agustinas de Nuestra Sra. de Gracia, y será allí donde bajo la dirección de la monja María Briceño se inicia en la vida espiritual y de oración.

Teresa cae enferma y para recuperarse pasa una temporada en casa de sus tíos y de su hermana para regresar con su padre a Ávila, durante su convalecencia reflexiona sobre el rumbo que debe seguir su vida y  el 2 de Noviembre de 1535 decide ingresar en el Convento del Carmelo de la Encarnación, tenía veinte años de edad.

La obra de Santa Teresa es una protesta contra la situación que tiene impuesta la mujer frente a la sociedad del Siglo XVI, se pensaba que las mujeres no podían estudiar y lo único que tenían que hacer era llevar su casa. Teresa fue una mujer excepcional culta y que hizo que no lo pareciera con el fin de no tener que enfrentarse a los prejuicios de la época.

Luis de León, admirador y editor de Santa Teresa, en uno de sus libros “La Perfecta Casada”  habla sobre el papel de la mujer “Así como la mujer buena y honesta la Naturaleza no la hizo para el estudio de la ciencias ni para negocios de dificultades y por consiguiente les tasó las palabras y las razones”

Teresa reacciona contra este antifeminismo, las más altas autoridades de la Iglesia  pretenden que las mujeres no solo no tengan ideas, ni que las expresen, mucho menos que las pongan por escrito.

Teresa escribió mucho pero ninguno de sus libros aparecieron en su vida, hicieron copias para las Carmelitas, la obra consta de dos partes, una los escritos que la pidieron que  escribiera y son textos místicos  y lo que ella escribió de manera espontánea como fue la correspondencia.
 
 
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Tenía facilidad para escribir,  y esta facilidad la adquiere  a través de la lectura de Laredo y Osuna a los que leyó durante toda su vida.
 
Obras Escritas:

.- Autobiografía: Realiza por petición de su confesor.

.- El Camino de Perfección: especie de manual de espiritualidad, la primera redacción se terminó en 1564.
.- Las Moradas del alma,  1577.

.- Relaciones y Mercedes. Exclamaciones: Las primeras son notas autobiográficas y las segundas  son oraciones jaculatorias en prosa destinadas a Jesús.

.- Las Fundaciones: Se publicó por primera vez en Bruselas, en 1610 con el título “Libro de las Fundaciones de las hermanas descalzas carmelitas, que escribió la Madre fundadora Teresa de Jesús”

.- Conceptos del amor de Dios: Son comentarios a unos versículos del “Cantar de los Cantares”, el título original “Meditaciones sobre Cantares”

.- Correspondencia: Se conservan cuatrocientas setenta cartas o fragmentos , la primera hace referencia a una entrega de trigo fechada en 1561 y destinada a su hermano Lorenzo y la última fechada en 1582, debió de escribir al menos dos cartas al mes, por lo que hay muchas cartas desaparecidas entre las que estarían las dedicadas a Juan de la Cruz

.- Poesías: poesías líricas, Villancicos, obras en honor de Santos,  de carácter familiar

Sus escritos han sido considerados como verdaderas obras maestras de la prosa castellana, en el Siglo XIX cuando se pone en marcha la Biblioteca de Autores Españoles se incluyen las obras de Santa Teresa junto  con las novelas de Cervantes, los escritos de Feijoo, Jovellanos, Moratín, etc.
 
Para más información sobre Santa Teresa de Jesús, existe muchas páginas web, hemos sacado datos en  la página Oficial del V centenario http://www.500stj.es/ , en  la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes., http://Santateresadejesus.com.
 
Recomendable la lectura de "Teresa de Ávila y la España de su tiempo" de Joseph Pérez. Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales 2014. ´Hace un recorrido de la vida de la Santa no sólo desde el ámbito religioso sino  a través de la sociedad de la época en la que vivió.

domingo, 22 de marzo de 2015

La época moderna  comienza desde que la sociedad renació hasta la revolución francesa. Siglos XV-XVIII. Durante este periodo España floreció en artes, pero no en su economía.
Es en la época moderna, a partir de la invención de la imprenta, cuando se produce la relación de las mujeres con la lectura y la escritura, su papel como consumidoras y productoras de cultura escrita. Mujeres escritoras irán ampliando la difusión de sus obras escritas. Desde entonces, lectoras y escritoras, sin dejar de ser figuras minoritarias, alcanzan una relevancia y una proyección social hasta ese momento desconocida.
No será hasta  el siglo XVIII, cuando realmente con los avances de la educación, la alfabetización y la difusión del impreso, se experimente una notable producción literaria femenina.
Los conventos fueron un lugar de reclusión, pero a la vez se convirtió para muchas mujeres en un lugar de liberación, ya que allí se consideraban iguales ante la gracia de Dios. Podían encontrarse mujeres místicas guiadas por su fe en Dios. Mujeres de la aristocracia sin vocación, obligadas a estar allí por su familia (en aquella época era un honor para la familia que algún hijo se dedicara a la labor religiosa,  normalmente se les nombraba cardenales u obispos y si eran mujeres abadesas, el caso era poseer poder político y religioso. Por lo que podíamos encontrar verdaderas intelectuales, capaces de dedicar su tiempo a la docencia y a la escritura. Eran mujeres educadas en lengua griega y latina, poseedoras de la cultura de la época. Sus escritos expresan su sentir interior. Tenemos un ejemplo, ya en el siglo XIII de una escritora mística italiana Sor Angela de Foligno. Christine de Pizán (1364-1430), con sus propuestas político-pedagógicas, defendiendo el derecho de la mujer. Fue la primera mujer italiana capaz de vivir de sus escritos.
En España, la educación de las pobres y de la clase media, como las chicas de la aristocracia, aunque hubiesen sido educadas en sus casas o en conventos, el objetivo para todas ellas era el prepararlas para llevar sus futuras casas. Existieron unas instituciones educacionales para chicas fundadas en Toledo, Salamanca, Granada y Madrid, entre otros centros urbanos que fueron supervisados por la iglesia.
La reina Isabel I a sus hijas les dio una formación muy completa. Lo que luego llegó a ser tradicional para las mujeres aristocráticas españolas. Isabel I realizó una importante labor de mecenazgo en las Artes. La reina eligió como tutor a Beatriz Galindo (1465-1534), conocida como “la latina”, para el conocimiento del latín y de la lengua.
Observamos la minusvaloración social e intelectual hacia la mujer, se aprecia en los tratados  de educación de la época. En las leyes de Toro de 1505 (leyes 54 y 55) y las limitaciones jurídicas y económicas administrativas que se imponían a la mujer casada. Las leyes que limitaban la capacidad de actuar de las mujeres casadas, pero en el mismo ordenamiento de Toro, en la ley 56, se regula la licencia marital, que era el mecanismo por el cual la mujer podía ejercer con plena potestad las prohibiciones señaladas. Si el marido otorgaba a su mujer poderes especiales para actuar en su nombre. A pesar de las dificultades. La mujer aristocrática tuvo mayor capacidad de actuación y de decisión. Apenas hemos visto a mujeres como promotoras artísticas, pero hubo algunas que destacaron como: Isabella d’Este (de la corte de Ferrara), Margarita de Austria, Policena Spínola (1600-1638), marquesa de Leganés. Asumió la gestión y administración de los palacios y de las obras de arte suntuario. Actualizó la cultura y sus manifestaciones artísticas, para engrandecer su linaje.
En el ámbito religioso místico tenemos escritoras como Santa Teresa de Ávila (1515-1582). Sus obras más destacadas son: El “Libro de la Vida”, el más espontáneo y fresco. “Camino de Perfección” que es una guía espiritual. “Castillo Interior o las Moradas” y sus poesías. Luisa Sigea (1522-1560), cuyo padre fue humanista y educador. Tenía conocimiento de latín, hebreo, caldeo y árabe. Escribió épica elegiaca “Sintra”, y un diálogo ciceroniano “duarum virginum de vita áulica et privata (diálogo entre  dos doncellas en la corte y sobre su vida privada. Quedaba reflejada la  limitación profesional de las mujeres, elegían matrimonio o convento. Sor María de San José (1548-1603), en la vida civil María de Salazar, defensora del derecho de las mujeres a aprender, fue priora carmelita, destacan las redondillas que escribió en honor de su maestra, y el Libro de Recreaciones (antimisógino). Luisa de la Asunción (1565-1636), quien escribió el “Romance de la Soledad del Alma”. María Jesús de Ágreda (1602-1665), religiosa concepcionista, autora de la Mística ciudad de Dios. Las monjas por lo general tenían preferencia por la poesía, se solía fomentar esta actividad en los conventos.
Luisa de Padilla, la condesa de Aranda (1590-1646), escribió varios tratados sobre la educación de los niños. Ana Francesca de Bolea (1602-1686), hija de un humanista, entró en un convento cisterciense, a la edad de tres años. Llegó a ser madre abadesa. Aprendió latín. Escribió poesía y novelas.





martes, 10 de marzo de 2015

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Viernes 6 de Marzo de 2015
Después de las presentaciones, ya que ninguna de nosotras nos conocíamos, hemos formado nuestro grupo de trabajo  y lo componemos Wan He, Yolanda Sánchez y Lourdes Congosto, vamos a intentar sacar adelante este proyecto para la asignatura de Historia Moderna.
 
Coincidimos con compañeros de otros grupos en que hay carencias en la universidad, es cierto que se pasa frío en las aulas, y que debería haber más prácticas con salidas a exposiciones y museos para poder complementar lo que se da en las clases teóricas.

Decidimos, después de valorar otros temas que nos interesaban y que vemos que no se trataban mucho en las asignaturas de la carrera, que sería buena idea dar a conocer el perfil de las escritoras en este período de la Edad Moderna.
 
Escritoras en la sombra,  que lograron hacerse un hueco en la literatura que fueron capaces de coger una pluma y ponerse a escribir en una sociedad patriarcal, donde  la Iglesia y el Concilio de Trento, influían en todos los aspectos de la sociedad incluida la educación de la mujer.
 
Esta educación se empieza a poner en cuestión en los siglos XVI y XVII, con la aparición de la imprenta hay  un resurgir del interés por la escritura y la lectura en las mujeres, aún cuando se consideraba que por su condición intelectual no les estaba permitido el acceso a la educación.   Cultivaron el género dramático y lírico además del sacramental que era el que les estaba permitido.


Se decía que la escritura de una mujer era considera peligro y se ponían en ridículo a aquellas que leían ó escribían.

La literatura española de Santa Teresa de Jesús, Sor Juana Inés de la Cruz cultivaron el género dramático y la poesía, Cristina de Pisan en el S. XIV  fue la primera mujer que vivió de la literatura, y la inglesa  Apha Behn, en el S. XVII también consiguió vivir de ella, hay más ejemplos que iremos viendo en próximas sesiones e intentaremos  saber en quién se inspiraban y que las motivaba a hacerlo.
 
Gracias a todas ellas, hoy podemos sentarnos en estas aulas y somos libres de elegir lo que queremos hacer y lo que queremos estudiar. Estamos en deuda con ellas y creemos que una buena manera de compensarlas es haciendo este blog.

"Si alguna mujer aprende tanto como para escribir sus pensamientos, que lo haga y que no desprecie el honor sino más bien que lo exhiba, en vez de exhibir ropas finas, collares o anillos..." Cristina de Pisan.
Para estos primeros pasos, hemos empezando buscando bibliografía en distintas páginas web, por ser una herramienta a la que la mayoría de los estudiantes nos dirigimos en un primer momento, como es el caso de  www.cervantesvirtual.com  y www.bieses.net ó   portal de Archivos Españoles creado por el Ministerio de Cultura, hemos indagado  en las  biografías de algunas de estas escritoras y  seguimos buscando información para poder compartirlo  con vosotros en próximas sesiones.